Se reunieron en el infierno Fidel, Hugo Chávez e Hipólito. Un día le dice Fidel
a Satanás:
- Hey chico... déjame hacer una llamada a mi país a ver como están las cosas
sin mí. Y Satanás le presta el teléfono. Cuando termina de llamar, Satanás le
da la factura de 500 dólares. Luego viene Chávez a donde Satanás y le dice que
él también quiere llamar a su país para saber cómo estaban las cosas. Cuando
terminó de llamar, Satanás le da su factura... 100 dólares. Aunque a Hipólito
no le importaba saber cómo estaba el país, por envidioso le dijo al diablo que
si los comunistas llamaron, él también tenía que llamar. El diablo lo dejó
llamar... Cuando termina de hablar Hipólito que se la votó nada más que
criticando al otro gobierno y hablando plepa con sabrá Dios quién, cuelga el
teléfono y Hugo y Fidel le reclaman al diablo que porqué no le cobró a Hipólito
a lo que el diablo responde:
- Es que las llamadas locales son gratis...