Estaban los animales de la
selva reunidos para hacer una fiesta en la casa del león, y estaban acordando
que llevar,
-¡Para gozar!
Todos se miraron, pero no sabían quien había sido, de nuevo comenzaron a hablar,
cuando vuelve el sapo y grita:
-¡Para gozar!
Solo que esta vez el león se dio cuenta y dijo:
-Todos están invitados, menos ese estúpido animal verde, de boca grande y ojos saltones.
Y el sapo casi sin mover la boca y cerrando los ojos dice:
-¡Pobrecito el cocodrilo!.